Retazos de la vida: EL RETORNO DE LA MÁQUINA DE MOLER
Era tal el apego que sentían las señoras por ella que nunca quisieron reemplazarla. Que si el tornillo de la manigueta se rodaba, un pedazo de trapo comenzaba a ser parte del ensamble para ajustarlo. La máquina de moler sobrevivió siendo un aparato imprescindible y pasó a ser herencia de abuelas a hijas, nietos y biznietos.